Puedes…hacer muchas cosas…

Puedes lamentarte por lo que pudo ser, pero no fue.

Puedes quedarte días y días dándole vueltas a aquello que pasó o puedes pasar página y aceptarlo.

Puedes no querer afrontar los problemas, agachando la cabeza o puedes apretar los dientes y echarle un par.

Puedes añorar a viejos amigos que pasaron por tu vida, o puedes pensar que si no están, quizás sea porque así tenía que ser.

Puedes seguir aguantando gente que te intoxica, o puedes ser fuerte y desintoxicarte.

Puedes llorar por el amor que perdiste, o puedes alegrarte porque un nuevo amor pueda llegar.

Puedes albergar rencor por todo lo que te hicieron o puedes recordar todas y cada una de las cosas maravillosas y felices que has vivido. 

Puedes pensar en la venganza, en cómo corresponder a aquel que te hizo daño, o simplemente, puedes perdonar y olvidar.

Puedes pensar en que necesitas agradar a los demás buscando su aprobación o puedes creer en ti mismo y hacer tu camino que es único e irrepetible.

Puedes recordar una y otra vez lo mal que lo has pasado o puedes pensar que no hay mal que por bien no venga.

Puedes darte por vencido en muchos momentos de la vida o puedes decidir que no es el momento de vencerte y seguir luchando.

Puedes…hacer muchas cosas…

Tienes el poder. El poder de decidir cómo y de qué manera quieres vivir tu vida. Vívela como quieras y puedas, pero algo sí te digo: el pasado es pasado y nunca volverá, salvo en tu cabeza. Para lo bueno y para lo malo.

Pude quedarme en mi casa, sin embargo no lo hice y disfruté de este anochecer…

Vicente R. Bosch Fotografía

Puedes contemplar un anochecer en el Parque Nacional del Teide

¡Compártelo!